14 preguntas en forma de” entrevista virtual” donde las respuestas están inspiradas en la teoría psicogenealógica de Marianne Costa y Alejandro Jodorowsky.
1.- ¿Por qué motivo dicen que entrar en pareja es entrar en terapia?
Porque cuando dos personas se encuentran y deciden formar una pareja, cada una de ellas llega con sus neurosis y con sus respectivos árboles genealógicos a cuestas. Al principio, durante los seis primeros meses, se mienten, se hacen promesas imposibles de cumplir, el sexo y la atracción producto de la “locura hormonal” los tiene atrapados. Más tarde tendrán que hacer frente a sus propias proyecciones…
2.- ¿A qué se refieren con lo de las proyecciones?
La imagen que tenemos del mundo está heredada de nuestro árbol genealógico. Creemos que el mundo es como pensamos que es, pero cada uno de nosotros se forma una imagen diferente de la misma realidad que se corresponde con nuestra herencia genética, familiar, social y cultural. Nuestro destino está deformado por nuestra “personalidad trastornada”. Incluso se nos inculca que tenemos que ser como nuestros padres, de lo contrario seremos considerados traidores o enfermos
3.- Ustedes defienden que es el árbol genealógico el que se enamora de la pareja. ¿Podrían explicar por qué?
Nuestro árbol es como un equipo donde cada integrante tiene su función específica.
Por ejemplo, cuando presentas a la pareja en el seno de tu familia, puede ocurrir que la acepten y se la queden o que sea rechazada por el árbol. Este rechazo ocurre cuando no es viable que la pareja pueda desempeñar un papel, no hay sitio para ella, entonces es conveniente que revisemos las relaciones “enfermas” dentro de nuestro árbol genealógico.
4.- ¿Qué son las polaridades masculinas y femeninas?
-La polaridad femenina (polaridad receptiva) se caracteriza por que se prioriza la necesidad de ser amado o amada, dejando en un segundo lugar la realización personal que puede darse cuando se cumple con esa prioridad.
-La polaridad masculina (polaridad activa) tiene como principal característica que en la vida hay un ideal, una acción a desarrollar y queda en un segundo plano la realización romántica.
Siempre debemos preguntarnos ¿Cuál es nuestro caso? (con independencia de que seamos mujeres u hombres)
Que nos amen, necesidad de ser dominado, ser el seducido. O ser el que seduce, el dominante, en presencia de un ideal y la acción.
Cuando en una pareja los dos son activos se produce una crisis continua. Si el hombre es el receptivo y la mujer activa se da una inversión en los roles que puede desembocar en que los hijos crezcan sin saber si son hombres o mujeres.
5.- ¿Cuál es la finalidad de la pareja?
La relación amorosa no tiene como finalidad una visión común, sino una creación común. Es el “lugar” donde deberían de compartirse visiones diferentes. No podemos pretender que nuestra pareja comparta nuestra forma de entender el mundo y además lo sea todo para nosotros. O que nos complete “partes que nosotros no nos hemos trabajado”.
6.- ¿Cuáles son los tipos de conflictos que se dan en las parejas, referidos a los cuatro egos?
En el ego material está la lucha por existir:
Si nuestros padres no nos han dado la atención suficiente ni nos han valorado, no sabemos quienes somos, estamos vacíos, no creemos valer nada. No puedes darle nada al mundo. En ese estado buscamos en la pareja todo lo que creemos que no somos. Acabamos encontrando como pareja a otra persona que también se siente vacía. Uno activo y el otro pasivo, uno adorará al otro y este último se dejará adorar. Uno interpreta el papel del adulto y el otro el del niño, cada uno se basa en el otro. El que admiraba al otro acaba abandonándolo, después de hacerlo caer de su pedestal. Después inicia la búsqueda de otra pareja que merezca su admiración.
En el ego libidinal está la lucha por la identidad sexual:
Esta lucha aparece cuando una mujer forma pareja para simular una feminidad que no conoce, porque tuvo a una madre viril. O un hombre crea una pareja para simular una virilidad que tampoco conoce, porque tuvo un padre débil o ausente. Fue educado por la madre, o la tía, o una hermana, o la abuela y está dotado de un ánima muy fuerte.
Al principio la mujer se resigna a un papel más pasivo y le deja al hombre uno más activo. Con el tiempo, ella empieza a llegar tarde y a hacer lo que le da la gana. Al mismo tiempo que ella se impone, él se encierra en su pasividad. “Uno es infiel y el otro celoso” Esto no dura siempre. La mujer, se va volviendo frígida y el hombre cada vez tiene más dificultades para conseguir una erección. Ambos van perdiendo el deseo.
En el ego emocional está la lucha por la satisfacción:
Este conflicto ocurre cuando creemos que sin fusión no hay amor, cuando queremos convertirnos en un solo ser. Puede ser la consecuencia de que nuestra madre no nos diera el pecho suficientemente, ni nos abrazara todo lo que deseábamos. Eso ha provocado que nos convirtamos en adultos que buscan ser mantenidos material y emocionalmente. Nos acabamos casando con una madre y no con una mujer. Hemos crecido como un bebe frustrado y acabaremos encontrándonos con otro bebe frustrado. Uno le dice al otro: “enciérrate en casa conmigo, no te enredes con amistades, no cambies”. Te daré todo lo que quieras pero no crezcas, no te hagas adulto. Son dos niños aparentando ser una pareja adulta. Cuando el “hijo” empiece a ejercer de “madre” el otro, destronado, enferma, tiene un accidente o se arruina. Si uno crece el otro disminuye. Nunca dejarán de exigir, será una angustia permanente. En el fondo no buscan que los amen, sino que les agradezcan, cosa que nunca ocurrirá.
En el ego intelectual está la lucha por el poder:
El que domina, ocupa el 90% de la relación de pareja. Ambos miembros cuando eran niños, no tuvieron la oportunidad de ser ellos mismos, sino que fueron obligados a ser lo que sus dominantes padres querían que fueran. Crecieron con un enorme deseo de dominar al otro y la pareja es un campo de batalla. Quienes vencen pierden el interés en la relación y se alejan.
Quién mantiene sometido y atrapado al otro dice: “Ya que en la pareja uno tiene que dirigir voy a ser yo el que lo haga. Con mis padres nunca pude opinar, satisfacer mis gustos ni desobedecer. Ahora que te encontrado a ti, débil y cobarde, aprovecharé para tratarte como ellos hicieron conmigo. El dominado y el dominador a veces intercambian los papeles por miedo a la separación. Si en la pareja una de las partes se sacrifica, no es una pareja de verdad.
7.- ¿De que nos sirve saber que el hombre de nuestra vida es en realidad nuestra parte masculina y la mujer de nuestra vida es la parte femenina que tenemos en nuestro interior?
Sirve para comprender que el odio hacia nuestra pareja es en realidad como el odio hacia una parte de nosotros mismos. Si despreciamos a nuestra pareja nos estamos autodevaluando. También es cierto que no se puede estar con la pareja que no corresponde, eso es vivir la ilusión del árbol genealógico.
8.- Parece ser que ahora están de moda los “singles”, los que viven solos sin pareja, ¿Qué significado tienen?
Siempre tenemos que estar emparejados con alguien vivo o muerto, presente o ausente: nuestro padre o madre; un hermano/a o primo/a; un amor platónico o una pareja real, (o pueden ser varios casos a la vez)… Lo cierto es que resulta imposible concebirnos desemparejados. De esta manera, cuando salimos de una relación, necesitamos tener alguien con quien formar pareja.
9.- ¿Qué es una relación sólida?
¡Cuidado! Hay parejas que, dando por actuales, sentimientos que sólo existen en su pasado, afirman mantener una relación sólida. Sin embargo son sólidos y pueden estar muertos emocionalmente.
Las relaciones amorosas tienen que vivirse intensamente en el momento en que se producen, es lo único verdadero.
10.- ¿Por qué motivo Alejandro Jodorowsky pregunta sistemáticamente a todas las parejas con las que se encuentra la forma en la que se conocieron?
Porque todos los encuentros son mágicos. De esa forma, mucha gente cuenta la historia de su encuentro. Es posible que la unión de una pareja, ya dure tres días, tres años, treinta años o tres milenios, sea parte de un proceso del que estamos muy lejos de haber explorado.
La casa VII en astrología se la conoce vulgarmente como la casa de la pareja. En ese juego de polaridades que es el mandala astrológico actúa como espejo de la casa I. La casa I (yo) y la VII (tú) son los dos polos complementarios y opuestos de cualquier relación.
11.- ¿Es cierto que tener un ideal o pasión creativa es el mejor método para conquistar a una mujer?
Lo que suele ocurrir es que cuando un hombre descubre su “ideal”, su objetivo en la vida, está descubriendo su masculinidad. Con ello la pareja le llega de forma natural. Es necesario tener un proyecto vital: (lo que hemos llamado la finalidad) hacerte rico, ser creador, fundar una familia, etc.
12.- Muchas parejas se deterioran por dos causas fundamentales: los celos y las infidelidades. ¿Es posible una pareja libre de ellos?
Cuando “los oros”, el centro material, invade la energía emocional, el corazón se vuelve competitivo, posesivo, frío y celoso. Llegar a amar a la pareja sin pretender poseerla y respetar plenamente su libertad, es el antídoto universal contra el mal de los celos.
La fidelidad es totalmente posible cuando se está con la mujer apropiada o con el hombre apropiado. Si no es así, se vive o bien en el sacrificio, una vida de represión y frustración, o en el adulterio que es un afluente más del río de la cobardía.
13.- ¿Qué roles debemos desempeñar los dos miembros de la pareja?
Hay al menos siete relaciones posibles entre los miembros de la pareja:
MADRE – HIJO La madre protege al hijo, pero lo mantiene en una condición infantil. No lo deja crecer, ha de pedir permiso para todo.
PADRE – HIJA Se da cuando hay diferencia en las edades. La hija busca a un padre, si eres mi padre me proteges…
HERMANO – HERMANA Provoca luchas por el territorio, conflictos por el espacio que se comparte. En su vertiente positiva, al ser una relación de igual a igual se comparten gustos, aficiones, costumbres, etc.
AMIGO – AMIGA Si no somos amigos la relación no dura. No te dejo que veas a tus amistades a causa de los celos y la posesividad. Es por tanto una posibilidad que tiene que ser explorada.
AMANTE – AMANTE Es una relación donde está presente el nivel sexual y pasional de la pareja. Donde se relacionan utilizando sus egos libidinales.
MAESTRO – DISCÍPULO Uno suministra información al otro, desde una posición de partida donde tiene un nivel mayor de consciencia
MAESTRA – DISCÍPULO En este caso es la mujer la que suministra la información, la que tiene un mayor nivel de sabiduría.
Lo adecuado es ir rotando entre los distintos papeles, todo debe estar fluyendo continuamente.
14.- ¿Qué consejo matrimonial se puede dar a una pareja que busca una relación sana?
Los cónyuges, para lograr una unión sana, primero deben prometerse:
En el terreno intelectual, tienen que dejarse ser lo que son. Ninguno de los dos imitará al otro, ni se obligarán a ver el mundo con las referencias de su pareja. Tendrán derecho a desarrollar sus sentidos en la dirección que les convenga.
En el terreno emocional, reconocerán que no todos el mundo ama de la misma manera. Se amarán sin tratar de ser espejo, sin aspirar a una quimérica fusión, sin desear serlo todo el uno para el otro. Reconocer que el amor no es la búsqueda de la igualdad sino de la diferencia complementaria. Caminaremos juntos bendiciendo cada uno de nuestros pasos, pero si nuestros caminos se separan, lo aceptaremos deseando lo mejor para el otro en su nueva vida.
En el terreno sexual, comprenderemos que el encuentro de nuestros cuerpos es un placer que debe ser explorado y desarrollado. Tendremos hijos del placer, no del deber. Nos permitiremos expresar nuestros deseos, solicitando esta o aquella caricia, aceptando satisfacer las fantasías sexuales del otro pero teniendo el derecho a negarnos. El “no” es un compromiso que nos permite buscar la satisfacción con quien nos la pueda dar. Aceptaremos sin celos que otra persona dé a nuestra pareja lo que nosotros no podemos darle.
En el terreno material, compartiremos un espacio pero nos permitiremos también tener un territorio personal, con la promesa de no invadir nunca el del otro, respetando nuestra necesidad de soledad. Igualmente tendremos algún dinero común, pero conservaremos celosamente una independencia económica.
Una relación sana no se construye sobre deseos de posesión. La mujer no pertenece al hombre, ni el hombre pertenece a la mujer. Ambos se unen en el amor y colaboran juntos en una obra, material o espiritual.
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