miércoles, 24 de febrero de 2016

LOS PERFUMES

Nuestra palabra “perfume” procede del latín perfumum (por el humo, a través del humo), debido a las sustancias aromáticas que se quemaban en los sacrificios a las divinidades y en las casas para obtener olores agradables.
Los perfumes tuvieron siempre un lugar importante en la vida de los pueblos y de las personas. Se relacionaban con la vida social, pues formaban parte de la manera de presentarse en público; también tenían que ver con la salud, pues entraban en la composición de muchas medicinas; con la vida amorosa y con la religión, pues eran parte integrante de los sacrificios a los dioses.
Símbolo de la Alegría y la fiesta. Los perfumes aparecen asociados con la alegría de vivir o con la vida alegre y feliz, eran empleados para aromatizar el espacio en que se celebraban los banquetes. Un ambiente perfumado resaltaba la importancia del que invitaba; pero también las personas se ungían con perfumes, cuya base era el aceite. Más aún, una de las maneras de honrar a un huésped ilustre consistía en ungirlo con perfumes cuando entraba en casa.
Perfumes en el Culto. Los pueblos de Canaán usaban perfumes en la liturgia de sus santuarios dos mil años antes de Cristo. Porque si los reyes tenían su incienso y sus perfumes creando un buen ambiente en sus palacios, ¿por qué los dioses no habrían de tener también el incienso y los perfumes en sus templos?.
El olfato es el único sentido que va directamente a nuestras emociones, es decir al cerebro. Es el único que nos puede transportar en el espacio tiempo y tener recuerdos muy vivos solo con la asociación de un aroma.
En Magia es muy importante el ungir las velas y proporcionar cierto olor a un rito para que tenga mayor vibración.
 

 

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